Te pareces a mí, cuando un hilo de baba escurre por entre tus dedos
no le das importancia y experimentas el sabor.
El mal tiempo es presagio de tu ausencia.
y aun así decides irte sin sol
Entonces te tomo de la cintura, y como en un gesto de hombría
arrimo tu ser al mío, con fuerza, la delicadeza ni en los dioses.
retrocedes y forcejeas, porque tu libertad es sagrada.
Te miro a los ojos, como el siervo mira a la hiriente flecha.
introduzco mis dedos en nuestro ser
e hilos trasparentes anuncian otro momento
te aferro hasta mi y lo ruego;
vuelvo a ser tú
tú vuelves a ser para mí.
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