Escribe bonito, en verdad que escribe bonito
en verdad que has crecído, en verdad, en verdad que la verdad lucha por esconderse
te juro que en verdad estos versos pretenden llegar a la verdad verdadera.
en verdad que se te ve linda, en verdad.
Mira tus ojos, en verdad están cansados
¿será que han llorado?
en verdad que no lo sé.
Mira que en verdad no eres el capricho amante, mira la verdad que oculta tu esencia
eres perfecta, es la verdad.
y es la única verdad que yo conozco,
y eso que de verdades no sé mucho.
Siempre he creído que la mentira es más fácil.
Pero en esta verdad no miento, en verdad.
en verdad que te ves mal jugando a las mentiras,
en verdad que lo que dices lo haces
para enojarme, para que me muerda los labios y en verdad que lo hago.
en verda que lo logras, en verdad. En verdad que estoy atrapda, es verdad que
igual y es verdad y me ahogo.
La verdad en esta mentira es la verdad de que te ama la que aun mentirosa
hace merced de un concepto tan relativo. Para decirte que en verdad, la verdad
eres tú.
miércoles, 30 de mayo de 2012
(Te lo) cuento breve.
Ella tenía una armonía en
su mira, una luz llena de jovialidad, jovialidad que yo ya había perdido antes de cumplir los diez y seis años. Sonreía, pasaba su mano lentamente por su pecho, después la
subía a su barbilla y tomaba una pose pensativa, como si ya supiera todo lo que saldría de mi rancia
boca. A veces dejabamos que el incidente se apoderara de mi
mano para tocar sus dedos, el anillo de
piedra azul; después la quitaba, después no, después solo compartíamos miradas.
Terminé en la cama con
ella, no supe cómo ni por qué. Le eché la culpa a mi buena suerte, terminé culpando a Dios y al mesero que tardó demasiado en traer la cuenta. Platicamos de otros tiempos y otras
personas, como si los hubiéramos vivido, como si los conociéramos. Da igual, al final quedé enredada en su
cuerpo. Era delirante su manera de
tocarme y besarme, de pronunciar mi nombre con voz tenue, de darme una cátedra
sobre cómo tocar su cuerpo, como le gustaba y la manera en que debía moverme,
como si al final importara. Su cara de
asombro cuando me miró desnuda la hizo titubear un poco, pensé que se desmoronaría en cada beso, me hubiera encantado que eso pasara, más me hubiera encantado
saber que pasaba por su mente cuando cerró los ojos. Inmóvil, bajó la cabeza por un delicado momento, después recobró su postura galante, su indiferencia
fingida.
A la mañana siguiente el único
sabor que tenía en la boca era el de ella. Quedé inmersa en la culpa y los
estragos de una noche prohibida e irrepetible. Me dio nostalgia la idea de que jamás la iba volver a ver, pero
al mismo tiempo lo agradecí: “Así te quitas de problemas” “si se enteran qué
más da, ya estarán lejos” me decía para tranquilizarme las culpas.
Tomé mi vestido y lo tiré
a la basura, olía a ella. Tomé un pantalones de los que había en el cesto de la ropa sin
planchar. Eran inmensos, no recordaba cuanto había crecido. Apenas recordaba el instante en el que lo tuve entre mis brazos
por primera vez, y me dijeron “es un varón, y es hermoso como tú” mi hermoso niño, pensé. Mira, hasta donde ha llegado
la estupidez. Mírame.
Me puse su pantalón y la blusa favorita de ella. Salí sin despedirme, sin decir adiós o buena suerte. Yo había
cumplido “la despedida” “la última vez” ella debía cumplir con su “no me volverás
a ver” “ya no quiero hacerles daño”. Cuando
llegué a la casa, ahí estaba él, sentado en la mesa, tomando café en la taza que
era de papá: “¿Estuvo buena la fiesta Berenice?” Me preguntó. “buenísima-le contesté- casi
como este café” mientras sorbía un poco
del café negro de su tasa. Él sonreía con ingenuidad mientras me interrogaba:
"¿cómo la viste, crees que ahora que se despejó estará mejor?” "creo que necesita mucho amor-le contesté- necesita sentirse imporante, como todos" sin mirarlo, casi indiferente.
Mientras él sopeaba un pan duro en el café, levantó su mirada hacia mí, y me dijo: "esa blusa te queda perfecta, hasta te parece a ella" "gracias-le dije- tú te parece a papá bebiendo café y leyendo el períodico" lo vi esbosar una sonrisa luminosa, mientras orgulloso, imitaba en gestos y poses a papá. "¿Me vas a ir a despedir? sería terrible que no me despidieras”. "Te voy a ir a despedir hermano, aunque me duela, aunque llore, aunque llore y creas que es por tu partida, aunque tenga que verla diciéndome adiós entre tus brazos, iré". Esa era la respuesta que había ensayado durante el camino a casa. Simplemente le contesté con un: "sí"
"¿cómo la viste, crees que ahora que se despejó estará mejor?” "creo que necesita mucho amor-le contesté- necesita sentirse imporante, como todos" sin mirarlo, casi indiferente.
Mientras él sopeaba un pan duro en el café, levantó su mirada hacia mí, y me dijo: "esa blusa te queda perfecta, hasta te parece a ella" "gracias-le dije- tú te parece a papá bebiendo café y leyendo el períodico" lo vi esbosar una sonrisa luminosa, mientras orgulloso, imitaba en gestos y poses a papá. "¿Me vas a ir a despedir? sería terrible que no me despidieras”. "Te voy a ir a despedir hermano, aunque me duela, aunque llore, aunque llore y creas que es por tu partida, aunque tenga que verla diciéndome adiós entre tus brazos, iré". Esa era la respuesta que había ensayado durante el camino a casa. Simplemente le contesté con un: "sí"
miércoles, 23 de mayo de 2012
Ella sabe escuchar
Ella todo lo sabe madre, ella sabe cuando el invierno está a
punto de terminar. Lo sabe pero no lo dice, prefiere observarme mientras
comienzo a deducirlo: los cambios
abruptos del clima, las aves muertas en
el patio, el eclipse solar, el día pañoso del mes más cálido ¿por qué? Le pregunto y no contesta, se limita a la
sonrisa efímera.
Ella me mira la intranquilidad en los ojos, cuando empieza a
granizar en el mes de mayo. Ella sabe el motivo por el cual los cerros se desmoronan, pero me deja llegar hasta el fatalismo; por diversión, por amor a mi inocencia, qué se yo madre.
Ella espera paciente a que mis hipótesis salgan como mariposas por mi gran boca, todas erróneas,a veces hasta lastimosas. Es mi maldición madre, nunca puedo callarme las cosas, hablo tanto y tanto que a veces siento que en cualquier momento saltará por la ventana, pero no. Y la observo, la observo recostada sobre mi brazo, miro como contempla mi barbilla y mis pómulos, siento una caricia tierna que sube por mi vientre hasta mi cara, nunca da motivos, nunca me explica las caricias ni los besos. Siempre con un gesto de interés que me da confianza; mi boca expulsa razón, y ella trata de darle sentido, miro como se esfuerza para analizar mi discurso tan poco elocuente, mis palabras vanas. Le digo que el cielo tiene un color verde este día, me dice que probablemente ya existen más bosques que mar, y el verde de los bosques ahora se refleja en el cielo. Pongo “s” intencionales al final de cada palabra y afirma, no corrige, escucha. Mi lengua se traba y no se burla, espera paciente a que recobre el sentido. Clava sus pequeños ojos en cada uno de mis rasgos. A veces se burla de la negrura de mi piel, al contraste de la blancura de mis dientes. Ella me conoce madre, me conoce como nadie, me sabe tanto que mentirle ya no puedo. A veces mejor ni lo intento, trato de ser sincera y no hace cosas malas. Enserio madre, enserio que lo intento.
Ella espera paciente a que mis hipótesis salgan como mariposas por mi gran boca, todas erróneas,a veces hasta lastimosas. Es mi maldición madre, nunca puedo callarme las cosas, hablo tanto y tanto que a veces siento que en cualquier momento saltará por la ventana, pero no. Y la observo, la observo recostada sobre mi brazo, miro como contempla mi barbilla y mis pómulos, siento una caricia tierna que sube por mi vientre hasta mi cara, nunca da motivos, nunca me explica las caricias ni los besos. Siempre con un gesto de interés que me da confianza; mi boca expulsa razón, y ella trata de darle sentido, miro como se esfuerza para analizar mi discurso tan poco elocuente, mis palabras vanas. Le digo que el cielo tiene un color verde este día, me dice que probablemente ya existen más bosques que mar, y el verde de los bosques ahora se refleja en el cielo. Pongo “s” intencionales al final de cada palabra y afirma, no corrige, escucha. Mi lengua se traba y no se burla, espera paciente a que recobre el sentido. Clava sus pequeños ojos en cada uno de mis rasgos. A veces se burla de la negrura de mi piel, al contraste de la blancura de mis dientes. Ella me conoce madre, me conoce como nadie, me sabe tanto que mentirle ya no puedo. A veces mejor ni lo intento, trato de ser sincera y no hace cosas malas. Enserio madre, enserio que lo intento.
jueves, 17 de mayo de 2012
Éste tu Arte.
Mírate, te ves tan frágil recostada sobre el café
con el lápiz hundido en la cien.
Asómbrate de la inocencia de tu suspiro
de la erosión que provocas sobre mi brazo al tocar el papel,
mientras te observo y te como la inspiración.
Sentada en lo alto del cielo, te trastocas los cabellos
contemplando la maravilla de Dios
para plasmarlo en el lienzo de tus ojos
Tranpapeleo de la infancia, garabatos filantrópicos
connotadores de una ternura exquisita.
Tócate y siéntelos, como yo los veo:
Como cuadro de Rubens, como apología de tu existencia.
con el lápiz hundido en la cien.
Asómbrate de la inocencia de tu suspiro
de la erosión que provocas sobre mi brazo al tocar el papel,
mientras te observo y te como la inspiración.
Sentada en lo alto del cielo, te trastocas los cabellos
contemplando la maravilla de Dios
para plasmarlo en el lienzo de tus ojos
Tranpapeleo de la infancia, garabatos filantrópicos
connotadores de una ternura exquisita.
Tócate y siéntelos, como yo los veo:
Como cuadro de Rubens, como apología de tu existencia.
Dícese de la importancia de la flor
Si te lo digo no lo crees, Petunia.
Si te digo que miento es a Clavel;
y si no lo entiendes debe ser Laurel.
Si sientes frío es por el tejado de Magnolias,
y si es agresiva es Lonicera, Madre selva que me asusta.
Si la pongo en mi boca y te beso con ella es una rosa
El Cempasuchil para coronar la muerte del compromiso.
Y el Tulipán compensa al engaño
y la Orquídea en belleza te quiere igualar
Pasa el Loto robando tu elegancia,
frente al Jazmín coloqueal.
Cada una va disfrazada de culpa;
cuando mis excusas no pueden más
Si te digo que miento es a Clavel;
y si no lo entiendes debe ser Laurel.
Si sientes frío es por el tejado de Magnolias,
y si es agresiva es Lonicera, Madre selva que me asusta.
Si la pongo en mi boca y te beso con ella es una rosa
El Cempasuchil para coronar la muerte del compromiso.
Y el Tulipán compensa al engaño
y la Orquídea en belleza te quiere igualar
Pasa el Loto robando tu elegancia,
frente al Jazmín coloqueal.
Cada una va disfrazada de culpa;
cuando mis excusas no pueden más
miércoles, 16 de mayo de 2012
Fortuna:
Bajas y subes, suave.
Se escuchan las manos ferrosas de los niños en la rueda
Gritando la dicha, el viento mece su candor.
Los de abajo se lo
pierden, lloran porque nada viene
lloran porque el juego terminó.
lloran porque el juego terminó.
Se miran pasar las
escaleras bajo el hombre
A lo lejos cae, se hace añicos;
El espejo atrapa la desdicha entre sus manos, y llora;
Son siete años, sietes los días, siete pecados.
Un ave vuela por mi frente, la abrazo, la protejo
Le bendigo el viaje, ella me trae muerte.
lunes, 14 de mayo de 2012
Algo te falla.
No me inspiras
ni el la colmena del olimpo
mucho menos en los cerezos frescos
Entre la prudencia de un prado
sobre un árbol. No me inspiras ni teniendo el rocío.
Aun si encuentro las palabras, las metaforas están de mi lado.
No te miento, pero la baraña bajo tu falda
es lo único que me inspira, me inspira a la trova.
Me inspiras para un cuento de Quiroga.
mi inspiras a tomarme el pulso, a ebriagarme con él.
Puedo encontrarme en el Parnaso, y aun así
dejar a baco, recostada sobre una barra.
no me inspiras y te tomo porque no me sé.
Aunque tenga todo un rio de café, no me inspiras mujer.
ni el la colmena del olimpo
mucho menos en los cerezos frescos
Entre la prudencia de un prado
sobre un árbol. No me inspiras ni teniendo el rocío.
Aun si encuentro las palabras, las metaforas están de mi lado.
No te miento, pero la baraña bajo tu falda
es lo único que me inspira, me inspira a la trova.
Me inspiras para un cuento de Quiroga.
mi inspiras a tomarme el pulso, a ebriagarme con él.
Puedo encontrarme en el Parnaso, y aun así
dejar a baco, recostada sobre una barra.
no me inspiras y te tomo porque no me sé.
Aunque tenga todo un rio de café, no me inspiras mujer.
viernes, 11 de mayo de 2012
VOLVER
Ya
no soy la misma
Ya
no soy la criatura pueril que corría entre tus faldas.
Ni tampoco el cielo que bañan tus ojos.
Ya
no soy la misma amante
Hace
tiempo las mejillas perdieron el rosáceo de la flor.
Ya
no soy la altiva mujercita, que te juraba eterno desvelo
Nadie
nunca te lo dijo amiga, no sirvo para sueño
He
perdido todo camino, he profanado otros cuerpos.
Me
aterra pensar que ya no existe un nosotros
Me
desgarra la realidad de que mi nosotros siempre ha sido tú
“no
me dejes amiga” te susurre alguna noche.
Sacra poesías en tu nombre vuela por vientos
lejanos
Como
anhelo besarte amiga,
Como
extrañaba decirte amiga
La
vereda estrecha de tu cintura desgarra mis
pies
Mi
insolencia desgarra tus entrañas;
somos
una masa de sangre y melancolía
Cuando existe tanto dolor ni el amor verdadero digiere su amargura
Vuelos
nocturnos acompañados de sueños nítidos.
Remedio
de la amargura
Retornar
con vuelo suave a la inocencia
a
la primera caricia
al
segundo beso,
a
la ausencia, que duele
que
duele más que el dolor
y
es más profundo que la herida
porque
es compartida; querida amiga.
Deslízate
sobre mis sábanas, con casualidad inexistente
Coincidencia
de que la cama sea
Inerte y sea la única que no quiere partir
Te
propongo: juegos de amantes, desconocidos
amantes
Que
se despiden con un infinito adiós.
martes, 1 de mayo de 2012
Nuestro poema de amor.
Bolos fecales en nuestras bocas
asquerosa pesadumbre del diálogo
para saborear la realidad
persistente en tus labios de muñeca
fríos, mujer, fríos
jugando con las hechura que conllevan tu inocencia
corriendo entre las cordilleras, en tus caderas.
fría mujer, fría
con los pedazos de la mañana, entre los puños
levantando la mirada, la haces tan real.
como la fuerza con que nos mueve el mar
dominando la fantasía con ésta, tu realidad.
fría,fría, realidad.
las fotos que se dibujan en las olas, de tiempos
en vaivén.Y Soñar, siempre soñar.
hacen más fuerte al amor,
la realidad de las olas, la fantasía del frío, que no se siente más.
asquerosa pesadumbre del diálogo
para saborear la realidad
persistente en tus labios de muñeca
fríos, mujer, fríos
jugando con las hechura que conllevan tu inocencia
corriendo entre las cordilleras, en tus caderas.
fría mujer, fría
con los pedazos de la mañana, entre los puños
levantando la mirada, la haces tan real.
como la fuerza con que nos mueve el mar
dominando la fantasía con ésta, tu realidad.
fría,fría, realidad.
las fotos que se dibujan en las olas, de tiempos
en vaivén.Y Soñar, siempre soñar.
hacen más fuerte al amor,
la realidad de las olas, la fantasía del frío, que no se siente más.
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