Tú no amas como yo
tú no escondes tus pechos en la
cúspide de su cuerpo,
ni conocer el sabor del sudor frío
que entremezcla nuestra esencia .
Tú no hundes tus dedos en la vertiente húmeda
que coexiste entre sus piernas ni la bebes como elixir de amor.
Tú no amas como
yo
tú no escondes
tu cuerpo desnudo;
no sientes el
pecado rosar tus pecados.
tú te desnudas,
la tocas y es natural,
mientas yo me
oculto
bajo la desnudes
perturbada
de mi infancia y
los prejuicios
de mi sociedad.
Tú no amas como
yo
no mueres en cada
despedida
como las hoja que deja caer el otoño,
desconociendo un
posible renacer.
no te arrojas al
seno
y ocultas la
mano.
No sabes regalar
miradas
con fraternidad
evidente,
ese desliz de
pasión tácita; cuando los cuerpos se tocan, las miradas asechan
Y no ocultas el sexo
tan simétrico,
casi hermano del de ella.
Yo, que hago de
la religión su cuerpo soy rechazada, maldecida, pagana.
Tu jardinero,
con tu semilla eres un Dios, con solo decir palabras perfecto.
Tú no amas como
yo, tú no lloras sobre
su vientre todas
las mañanas,
dejando que el
tiempo pudra esas paredes, sabiendo que nunca lo harás hogar.
Y eso no es lo
que hiere, lo que hiere es el justificar:
La caricia
suave, el beso descomunal.
Tú no amas como
yo, porque ella
jamás podría
amarte como a mí.